jueves, 5 de agosto de 2010



La combustión es representada por un triangulo equilatero en el que cada lado simboliza cada uno de los elementos para que el mismo exista. El triángulo de fuego no explica como se produce o que elementos intervienen en el proceso de la combustión, sino, que fundamentalmente es un elemento didáctico que nos sirve para simbolozar los mecanismos de acción.


Los lados de este tríangulo son:



  1. Combustible

  2. Comburente/ oxidante (oxígeno)

  3. Calor (no confundir con fuente de ignición)

De acuerdo con esta representación del fuego, este se extingue si se destruye el triángulo, eliminando o cortando algunos de sus lados.

La teoria de la combustión en realidad nos indica que no es necesario eliminar o destruir los lados, sino, que alcanza con reducirlos, limitarlos o acortarlos.

Una llama de ifusión puede extinguirse si el combustible se aísla del comburente (oxígeno), o sea, por medios fisicos. El CO2 es un ejemplo de agente que actúa fundamentalmente por su efecto bloqueador o sofocante.

Otro medio físico de extinguir un fuego lo provee el enfriamiento. Si la zona de la llama se enfria, la reacción que genera el calor piede velocidad y puede llevarse hasta una condición tal que sea incapaz de generar suficiente calor como para mantenerse, lo cual produce la extinción.

Si se trata de un líquido en combustíon, también el enfriamiento directo del líquido puede hacer disminuir su temperatura en grado suficiente como para que la producción de vapor disminuya, lo que trae como consecuencia una disminución de la velocidad de evaporacón del líquido hacia la zona de la llama. Este es asi mismo un ejemplo de extinció física.

No obstante ser el triángulo de fuego de indudable valor didáctico, con el mismo no podían explicarse completamente algunas de las observaciones hechas en la práctica diaria.

Por lo tanto se estimó ampliar el modelo anterior incorporando un cuarto factor que contemplara la naturaleza química del fuego.

El cuadrilateo del fuego

En el año 1.960 se propuso abandonar el popular concepto de triángulo de fuego cuyos tres lados: calor, combustible y oxígeno, prestó y presta excelentes servicios como material didáctico utilizando para enseñar a combatir un fuego, y reemplazarlo por un cuadrilátero. El cuarto elemento o en este caso la cuarta cara del tetraedro es la "reacción química en cadena".

Sin suprimir el combustible, ni el calor, ni el oxígeno, es posible controlar un fuego. ¿Cómo? ¿Porqué?

Había muchos fenómenos anómalos que no podrían ser completamente explicados, como las observaciones de que, de los halógenos, el yodo es un agente extintor más eficaz que el bromo, que a su vez es más afectivo que el cloro.

También se observó definitivamente que entre las sales metálicas alcalinas, las de potasio son más afectivas que las de sodio. Otras observaciones revelaron que ciertos combustibles queman a su velocidad mucho mayor cuando están sometidos a emanaciones radioactivas. La amplia gama de alquitranes que queman a una velocidad baja hasta la extraordinaria naturaleza explosiva de las reacciones de hidrogeno y oxígeno, presentan problemas adicionales.

La variación de las energías minímas de ignición, la existencia de llamas "frias", la sencibilidad de las llamas a ciertas vibraciones sónicas y supersonicas, la acción extintora de las ondas de detonación y la inhibición de las reacciones explosivas por la presencia de algunos polvos inorgánicos en un estado suficientemente denso de suspención de aire, son todos asuntos de la mayor importancia que deben ser explicados por medio de un cuarto factor. Muchos investigadores durante los últimos 25 años han llegado a muchas conclusiones, algunas de común acuerdo, otras contradictorias. En general, se ha descubierto la existencia de una reacción en cadena, tanto ramificada como sin ramificar, las que pueden llamarse la sangre de la vida del fuego. Lo mismo que el cuerpo humano necesita aire, alimento, temperatura de llama adecuada y un sistema de reacciones en cadena sin impedimentos.

En verdad las llamas a veces parecen comportarse de una manera extraña, como si tuvieran vida propia y por ello se puede entender la veneración que les era tributada por los antiguos.

Por consiguiente se propone una nueva presentación que comprenda las condiciones necesarias para tener fuego, en la forma de un tetraedro. La razón para emplear un tetraedro y no un cuadrado es que cada uno de los cuatro elementos esta directamente adyacente y en conexión con cad uno de los 3 elementos. El retirar uno o más de los cuatro elementos del tetraedro hará que este incompleto y, por consiguiente, el resultado será la extinción.





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